El té helado es una bebida refrescante disfrutada en todo el mundo, especialmente durante los meses calurosos de verano. Los orígenes del té helado se remontan a Estados Unidos en el siglo XIX, aunque el té en sí se ha consumido durante miles de años. Esta receta combina la robustez del té negro con los sabores refrescantes de la menta y el limón. Ajustando la dulzura, puedes adaptarla a tus propios gustos, convirtiéndola en una bebida versátil para cualquiera. La adición de hojas de menta fresca no solo realza el sabor, sino que también añade un aroma delicioso. El té helado puede servirse en reuniones informales, picnics o simplemente disfrutarse en un día caluroso en tu jardín. Es una excelente alternativa a los refrescos azucarados y se puede personalizar fácilmente con diferentes frutas o hierbas. Ahora, siéntate, relájate y disfruta de un vaso fresco de este delicioso té helado!